Una imagen vale más que mil palabras
Esto fue lo que dijo Wyatt Walker, un pastor baptista de Massachusetts que apoyó decididamente a Martin Luther King en su lucha por los derechos civiles de las poblaciones afrodescendientes en la década de los años 60 en los Estados Unidos.
Lo dijo cuando reveló que en realidad la famosa foto tomada en Birmingham, Alabama y publicada en todas las primeras páginas de los diarios norteamericanos a día siguiente de las protestas pacíficas de King en 1963 en esa ciudad, no era lo que todos pensaban.
Ese día, la policía ciertamente amenazó a los manifestantes con perros entrenados y ciertamente también se enviaron menores de edad al frente (su religión lo permite, dijo King luego). Pero en realidad, en la famosa foto de Hudson, el chico menor de edad, Walter Gadsen, no era un manifestante, por el contrario él y su familia pertenecían a los afrodescendientes que adversaban a King y que ese día fue a presenciar la manifestaciones. De hecho el perro nunca mordió al chico, dado que él había sido entrenado para defenderse del ataque de perros, levantando un pie. Tampoco la policía lo agredió, obsérvese como el chico se apoya en el policía, y tampoco la gente está alarmada.
Pero esa foto fue la que King y Walker sacaron punta en el Congreso de los Estados Unidos para afirmar que la policía norteamericana estaba agrediendo chicos menores de edad afrodescendientes. Fue el principio del fin de las odiosas leyes discriminatorias contras los afrodescendientes que parece no tener fin.
Esto fue lo que dijo Wyatt Walker, un pastor baptista de Massachusetts que apoyó decididamente a Martin Luther King en su lucha por los derechos civiles de las poblaciones afrodescendientes en la década de los años 60 en los Estados Unidos.
Lo dijo cuando reveló que en realidad la famosa foto tomada en Birmingham, Alabama y publicada en todas las primeras páginas de los diarios norteamericanos a día siguiente de las protestas pacíficas de King en 1963 en esa ciudad, no era lo que todos pensaban.
Ese día, la policía ciertamente amenazó a los manifestantes con perros entrenados y ciertamente también se enviaron menores de edad al frente (su religión lo permite, dijo King luego). Pero en realidad, en la famosa foto de Hudson, el chico menor de edad, Walter Gadsen, no era un manifestante, por el contrario él y su familia pertenecían a los afrodescendientes que adversaban a King y que ese día fue a presenciar la manifestaciones. De hecho el perro nunca mordió al chico, dado que él había sido entrenado para defenderse del ataque de perros, levantando un pie. Tampoco la policía lo agredió, obsérvese como el chico se apoya en el policía, y tampoco la gente está alarmada.
Pero esa foto fue la que King y Walker sacaron punta en el Congreso de los Estados Unidos para afirmar que la policía norteamericana estaba agrediendo chicos menores de edad afrodescendientes. Fue el principio del fin de las odiosas leyes discriminatorias contras los afrodescendientes que parece no tener fin.