Crónica de un encierro anunciado
Raúl Eugenio Zaffaroni, destacado penalista argentino, dijo una vez que enseñar a alguien a vivir en libertad mediante el encierro es como enseñar a jugar al fútbol en un ascensor.
La cárcel -han dicho otros- es un mal necesario. Se comenta por ahí y cada vez: elevar los montos de las penas fue un error en Costa Rica.
Ya la habíamos dicho a principios de los 90 cuando estábamos algunos en la Defensoría del Interno del Ministerio de Justicia, pero el populismo electoral y el clamor social por encarcelar por más años a los que infringen la ley tuvo más peso.
Algunos autores, lo llaman Derecho Penal del Enemigo, el cual trata a los delincuentes como refractarios, sin garantías, y con las penas más elevadas posibles, ojalá la muerte.
La verdad es que a mayor injusticia social, pobreza y represión habrá más delito, así como a más libertad, educación, oportunidades, desarrollo y más justa distribución de la riqueza, menos crimen.
Sino no lo creen, visiten una cárcel en Suiza y luego pasen a La Reforma.