Hímero o la personificación de la lujuria
Siempre he creído que los hombres que expresan descontroladamente sus deseos sexuales y que acosan sexualmente a las mujeres en ambientes que ellos controlan, no solo ejercen poder sobre ellas e irrespeten su autonomía y dignidad como tales, sino que también expresan una patriarcal, machista, primitiva y salvaje manifestación de control del cazador reduciendo a la mujer a una grosera presa y recompensa de conflagración, pero además nunca aprendieron ni vivieron con maestría los encantos que entraña la sana, respetuosa, cortés , sensual, dulce, deliciosa y agradable seducción del amor y el placer sexual entre los seres humanos.