Atropello inusual
¿Alguna vez ha estado a punto de ser atropellado por un inflable en una fiesta de niños?
Sucedió así.
En medio de una alegre celebración infantil de cumpleaños, se levantó un enorme castillo inflable donde todos los niños burbujeaban de arriba a abajo.
De pronto, una fuerte corriente de viento empezó a arrastrar el inflable cuesta abajo con todos los chicos abordo como si fuera un velero.
Lo vi abrirse paso hacia mí. Como en los temblores fuertes y largos, mis neuronas corrieron con rapidez.
¿Dónde está mi hija?, me pregunté aterrado mientras se avecinaba la mole. La vi jugar a la casita. Sentí alivio, pero el “chunche” no detenía su rápido y feroz paso mientras padres y niños gritaban despavoridos.
Me dio hasta para recordar la enorme teta de “Todo lo que usted quería saber de sexo, pero tuvo miedo de preguntar” de Woody Allen.
Justo cuando estaba a punto de atropellarme, uno de los padres detuvo el accidente al sentarse sobre parte del inflable, logrando detener su arrolladora marcha.
Ningún niño salió lesionado, pero en su recorrido el inflable arrastró zapatos, bolsos y carteras. Como un tsunami.
Yo que tengo pólizas contra lluvia de criptonita y ataques de elefantes rosados, nunca imaginé estar a punto de ser arrollado por un castillo repleto de niños.