OBERTURA: El escenario aun oscuro, el público anegando la escalonada. Al encontrar nuestros asientos, empezamos a sentir la agitación y que al fin haríamos realidad nuestro sueño rock.
RECITATIVOS: Empieza la función. La agitación se convierte en excitación. Ya llevamos varias cervezas encima cuando el olor a hierba ajena estimulaba nuestro olfato. Waters aparece en escena. El coro de los chicos cierra con “Another Brick in the Wall”. No sabemos dónde mirar. Que importa si Waters no esté ahí. El juego de luces y sonido es espectacular. Un escenario imponente.
El Muro empieza su erección.
ARIAS: Un espectacular cerdo mecánico, ícono de la banda, sobrevuela nuestras cabezas. Comfortably Numb, himno floydiano, es el orgasmo del acto. El Muro cae.
COROS: Solfeamos sin cesar, como era natural.
INTERLUDIOS: Sirvieron para comprar la camiseta de la gira y recargar cerveza. No podíamos comentar mucho … estábamos a la mitad del espasmo musical de nuestras vidas.
THE WALL, de Rogers Waters (Pink Floyd). 20 de noviembre de 2010 con mis amigos Gilbert Ramírez, Marco Villani, Errol Ramírez y Anabelle Soto, en Houston, Texas.