La conquista de Cartagena
Costa Rica no cuenta con castillos ni con anfiteatros romanos. Lo dicho es obvio. Esto fue lo que me llevó a Cartagena, sobre el litoral del Mediterráneo al sur de España, aunque la familiaridad histórica de su nombre con nuestra vieja metrópoli, Cartago, posiblemente motivó también mi expedición y conquista como hace unos años fue la de Cartagena de Indias en Colombia.
Cartagena fue fundada como Qart Hadasht por el cartaginés Asdrúbal el Bello en el año 227 a. C., sobre un anterior asentamiento ibérico o tartésico, tradicionalmente identificado como Mastia. La ciudad conoció su apogeo durante época romana con el nombre de Carthago Nova. Tras la desaparición del Imperio romano, con el nombre de Carthago Spartaria, formó parte de los dominios bizantinos en la península ibérica, de la que fue uno de sus más importantes ciudades y acaso su capital, resultando destruida tras su toma por los visigodos. Tras ello, Cartagena entró en un periodo de decadencia durante la época musulmana que no fue revertido hasta bien entrada la edad moderna. A partir del siglo xvi, se potenció el papel militar de Cartagena debido a la importancia estratégica de su puerto, y en el siglo xviii se convirtió en capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo. En el siglo xix, vivió las vicisitudes del sistema liberal español, con episodios como la insurrección de 1844 o la rebelión cantonal de 1873.
Cuenta con varios castillos, el de la Concepción se encuentra ubicado en la cúspide de una colina a la que se debe subir por un ascensor panorámico. Es el primer paso del nuevo expedicionario si desea tener una idea de la ciudad. El castillo sirvió de enclave a un templo romano dedicado a Esculapio, una alcazaba musulmana, un castillo medieval o para instalar la sirena que avisaba a la población de los bombardeos en la Guerra Civil.
Luego a sus pies, se encuentra el Foro Romano construido entre los años 5 y 1 a. C. Tenía capacidad para unos 7000 espectadores, y estuvo en uso hasta el siglo III, a partir del cual se superpusieron varias edificaciones. En 1988 fue descubierto por el arqueólogo de la Universidad de Murcia Sebastián Ramallo Asensio y las excavaciones dirigidas por él lograron exhumarlo para poder ser visitado en el marco del Museo del Teatro Romano.
Preservado en muy buenas condiciones, es posible recorrer sus escalinatas y sentarse un rato a imaginar las presentaciones culturas que ahí cautivaron al pueblo.
Cartagena, pequeña y acogedora es hoy un importante destino de navíos turísticos del Mediterráneo y un destacado puerto de la Marina española en razón de su posición estratégica militar que Asdrúbal el Bello supo aprovechar.
Junto a una multitud de ancianos y jubilados conquistadores con quienes me crucé, a final deleité una sabrosa paella, una botella de sidra y un café asiático como premio de otro destino conquistado, esta vez sin que la armada española o las fortificaciones del Castillo de la Concepción advirtieran de mi arribo