Bodas de encaje
El 21 de febrero como de año en año, todos los animales del bosque se amontonaron de nuevo para escuchar al sabio emplumado.
-Saludos Búho, cuéntanos ¿Por qué han dispuesto los seres humanos que los matrimonios que cumplen trece años celebran las bodas de encaje?-
Y esto fue lo que oyeron decir:
El encaje puede definirse como un tejido ornamental y transparente, tradicionalmente hecho a mano, que se adorna con bordados. Se llama encaje porque al principio, se solía hacer entre los bordes de dos tiras paralelas de lienzo, como si fuera una labor encajada entre ellas.
El origen histórico del encaje se fija por lo general a mediados del siglo XVI y se supone que nació en Venecia. Sin embargo, ya se ejercitaban las labores de encaje de aguja y al bolillo medio siglo antes en varias poblaciones de España y con seguridad procedían de los conventos de monjas.
El extraordinario y creciente uso que se hacía de estas manufacturas en los siglos XVI y XVII para lechuguillas o gorgueras, cuellos, vuelillos en las bocamangas que uso en sus vestidos la monarquía de la época provocó que hoy en día miles de personas en el mundo se dediquen a preparar encajes mediante agujas, ganchillos o bolillos para hacer los más hermosos vestidos, cubre mesas, manteles y velos.
-¿Pero qué tiene que ver todo esto con los trece años de un matrimonio? – de nuevo increpó con tono insolente la víbora.
El búho sabiamente le respondió:
Debes saber mi resbalosa amiga que a los trece años la pareja ya ha aprendido a ser lo bastante creativa para entrelazarse de forma artística formando una maravillosa red de tejidos y creando todas las formas y dibujos que ellos puedan imaginar.
La mejor decoración que puede tener en su casa a los trece un matrimonio es aquella que ha logrado tejer la propia pareja.
Y de esta forma, una vez más la culebra permaneció estupefacta y el resto de los animales quedaron afanosos de congregarse el año próximo para saber de buena tinta sobre las bodas de marfil
-Saludos Búho, cuéntanos ¿Por qué han dispuesto los seres humanos que los matrimonios que cumplen trece años celebran las bodas de encaje?-
Y esto fue lo que oyeron decir:
El encaje puede definirse como un tejido ornamental y transparente, tradicionalmente hecho a mano, que se adorna con bordados. Se llama encaje porque al principio, se solía hacer entre los bordes de dos tiras paralelas de lienzo, como si fuera una labor encajada entre ellas.
El origen histórico del encaje se fija por lo general a mediados del siglo XVI y se supone que nació en Venecia. Sin embargo, ya se ejercitaban las labores de encaje de aguja y al bolillo medio siglo antes en varias poblaciones de España y con seguridad procedían de los conventos de monjas.
El extraordinario y creciente uso que se hacía de estas manufacturas en los siglos XVI y XVII para lechuguillas o gorgueras, cuellos, vuelillos en las bocamangas que uso en sus vestidos la monarquía de la época provocó que hoy en día miles de personas en el mundo se dediquen a preparar encajes mediante agujas, ganchillos o bolillos para hacer los más hermosos vestidos, cubre mesas, manteles y velos.
-¿Pero qué tiene que ver todo esto con los trece años de un matrimonio? – de nuevo increpó con tono insolente la víbora.
El búho sabiamente le respondió:
Debes saber mi resbalosa amiga que a los trece años la pareja ya ha aprendido a ser lo bastante creativa para entrelazarse de forma artística formando una maravillosa red de tejidos y creando todas las formas y dibujos que ellos puedan imaginar.
La mejor decoración que puede tener en su casa a los trece un matrimonio es aquella que ha logrado tejer la propia pareja.
Y de esta forma, una vez más la culebra permaneció estupefacta y el resto de los animales quedaron afanosos de congregarse el año próximo para saber de buena tinta sobre las bodas de marfil