El libro invaluable
Esta foto me ha atrapado por sorpresa. Nunca la había visto. Estaba en un baúl secreto, pero esto no es lo que interesa en este relato.
Se trata de mi padre de 30 años, quien estudiaba inglés tranquilamente descansado en su hamaca. ¿Qué por qué lo sé si nunca había visto esta foto? Porque en sus manos sostiene el diccionario de inglés Appleton publicado en 1961 y que costó 54 colones al ICE, donde mi padre lo solicitó a su biblioteca y nunca devolvió.
Alto, no juzguen a mi padre tan ligeramente que las bibliotecas tienen su memoria. La deuda fue abonada.
De su liquidez por jubilación se dedujo los 54 colones que costó el libro más una multa simbólica por prescripción y que sólo él supo de cuánto fue.
Luego con los años, el diccionario se convirtió en mi testigo de horas de estudio en la escuela y el colegio.
El caso es que ese libro vive en mi casa. Habita una pequeña morada en mi biblioteca donde lo preservo para la tradición escolar de las futuras generaciones familiares que quieran consultarlo.
El resto de los detalles de esta foto me los reservo para mi más profundo escondite, donde deben alojarse por la eternidad