Espías

Este chiste de que los abogados de la Presidenta estarán, como el Gran Hermano del 1984 de George Orwell, vigilando cuanto se dice de ella, me recuerda un cuento del afamado escritor Ruso Vladimir Nobovov (1899 – 1977) titulado “La Venganza” , el cual relata la historia de un hombre que espantosamente asesina a su esposa luego de que un espía contratado por él, interceptara una carta que escribiera su mujer a un amante.
Lo que el desafortunado espía ni el macabro marido nunca supieron fue que su mujer, quien le amaba y le fue siempre fiel, escribió esa carta de amor a un viejo novio que ya estaba muerto, pero con quien misteriosamente soñaba de forma concurrente. En realidad era una carta a una alucinación.
Soñar no está proscrito. Es aun ese reducto que no ha podido ser reducido a la nada por parte de los detractores de la libertad.
En cualquier caso ya lo sabe, no vaya usted a escribir que soñó con un mejor país.