Al que fuma se le corta la mano
![Imagen](/uploads/1/6/0/7/16071242/7781238.jpg)
El primer día de clases de mi maestría en Salud Pública en el Instituto de Salud Carlos III en Madrid hace más de 10 años, su Director reprendió seriamente a los nuevos alumnos acerca de la contradicción entre fumar y ser salubristas de verdad (De hecho para trabajar en la OPS-OMS se requiere no fumar).
Al finalizar sus palabras de bienvenida, inocentemente solicitó que levantaran la mano los que fumaban; nadie lo hizo por supuesto, el que la levantaba se la cortaban.
A la hora del café, el comedor de estudiantes apestaba a tabaco como era de esperar en España durante ese tiempo.
Como en el 1984 de George Orwell no es posible contar con un “Big Brother” que fiscalice, en este caso a quién fuma en lugares donde es prohibido. Las acciones represivas como única o primera forma de intervención y la Salud Pública son esencialmente incompatibles.
La acción policial será exigua pues tampoco hay suficientes recursos. Nos compete a TODOS mediante la firme convicción, empezando por los dueños de locales, que la ley se deba cumplir ya sea mediante la denuncia de su incumplimiento o simplemente no regresando al “chante”.