Encantamiento
Conozco muy poco de fútbol. Comprendo que gana el que anota más goles, además que nuestra selección nacional “no da pie con bola”.
Pero esta vez, el fútbol se atraviesa con mis andanzas. Con ocasión del Mundial en Alemania, nuestra selección nacional se hospedó por unos días en la bella ciudad de Heidelberg, Alemania, justo al lado del río Neckar.
Heidelberg es una ciudad seductora. Cuenta con decenas de encantos, pero vale la pena destacar su castillo de siglo XIV, una impresionante obra arquitectura renacentista; luego el centro universitario donde se realizan investigaciones científicas únicas como el estudio de las proteínas de algunos gusanos y medusas que parece que podrían dar respuesta a enfermedades incurables.
En especial, es una ciudad afortunada por no haber sido víctima de las bombas durante la Segunda Guerra Mundial. Por este motivo preserva un encanto milenario. Caminar por el puente que atraviesa el Neckar es una experiencia idílica.
La ciudad es embriagante. Por todo esto, estoy seguro que la “sele” quedó hechizada, ¿será por este motivo que aún está como encantada?