Declaración Jurada

Con respecto a Facebook, dice el filósofo español Fernando Savater que “el principal problema que plantea internet es la veracidad, pues ahora desde casa podemos enviar mensajes falsos, erróneos, incluso nocivos, a conocidos o desconocidos. Esta posibilidad es nueva, supone un reto moral, porque muchas veces es cuestión de darle o no a un tecla, y todo sucede en casa sin que nadie nos vigile, sin que se nos pueda acusar y sin tener que rendir cuentas a nadie”
En razón de lo anterior, y luego de que un par de amigos me llamaron por teléfono para preguntarme si son ciertos los relatos que he narrado por Facebook este año, por la presente declaro que mis crónicas de vida, de trabajo, viajes y opiniones no solo están unidos a todos mis datos personales sino que todos y cada uno son verídicos, desde el relato del abuelo gánster, hasta el de la familia Monster, así como los descubrimientos científicos de mi abuelo paterno y, el misterioso, caprichoso y tal vez celeste caso de mi perro tacaco. Tan reales como usted.
Además, por la responsabilidad que a todos nos compete como usuarios de Facebook de no faltar a la verdad, manifiesto que todos mis comentarios y ensayos han sido estudiados, investigados en distintas fuentes incluidas entrevistas personales, además de intentar estar bien pensados. Que es lo más difícil. Sin embargo, debo confesar que otros comentarios son el resultado de la espontaneidad e inmediatez a la idiotez imperante de nuestra clase política y de los comentarios de algunos en diarios nacionales, que al igual, ejercen el derecho de la plática.
Por esto, algunos o todos mis puntos de vistos expuestos son disidentes, pero por suerte la ley mordaza no asfaltó nuestras opiniones, sobre todo para quienes creemos firmemente que nuestra Democracia no estará completa hasta el día en que nuestro Estado sea laico y respetuoso de todas las creencias y que la Iglesia Católica deje de inmiscuirse en la vida privada de las personas y en las politicas de Estado. Mi relación con Dios y sus ángeles… esa es otra cosa.
En cualquier caso, la disconformidad es el fundamento del progreso del pensamiento. Si en algo he pecado, solicito clemencia si he ofendido a los lectores.
Además, diré que para leer, difundir y disfrutar mis publicaciones, relatos, historias, anécdotas que he revelado por este medio no se requiere mi consentimiento por escrito. Solo un favor, ¡cite la fuente!
Solo se requiere, como me dijo otro buen amigo, sentarse un rato al final de la noche y reflexionar un rato antes de poner la oreja sobre la almohada.
Mediante el comunicado presente, notifico a Facebook y a mis amigos que ha sido un verdadero deleite recorrer con ustedes algunos de mis episodios y reflexiones personales. A algunas personas he divertido; con otros he jugado como con el relato de los duendes; otros me han dicho que he ayudado a formar opinión como con la objeción de conciencia.
Otros me han rectificado y refutado: ¡eso buscaba! Para debatir, hay que tener el valor de formular las propias ideas.
Otros, simplemente han reflexionado sobre mis monólogos a la Salud Pública como con la Fertilización In-Vitro, el tabaco, la educación sexual, el aborto o la eutanasia y, otro grupo de amigos ha disfrutado de mis pensamientos filosóficos sobre las cosas de la vida cuando he formulado preguntas éticas que nos interesan a todas las personas, fuera y dentro de facebook.
Para finalizar diré que no tengo ningún problema en que mis comentarios sean divulgados urbi et orbi ¿Acaso esta no fue la intención?