Manuel Valerio
Un legado nacional. Manuel Valerio fue mi abuelo.
Se ha escrito poco de él. En realidad, él no escribió nada de él, pero sí descubrió muchos de los secretos de la naturaleza.
Nació en Heredia en 1887 y murió en 1968.
Fue profesor del Liceo de Costa Rica y tuvo como alumnos a ex presidentes como Luis Alberto Monge, Mario Echandi y Daniel Oduber, los cuales no obtenían - que digamos- muy buenas calificaciones según los registros que dejó mi abuelo.
Sobre todo le amaba la vida. Le encantaba descifrar los secritos de la Natureza. Fue biólogo, entomólogo y botánico.
De prosa exquisita y letra de envidia, escribía cartas al mundo entero para informar acerca de sus descubrimientos científicos. Mantuvo contacto con destacados museos como el Field Museum de Natural History de Chicago, la Universidad de Pennsylvania, the National Geographic Society de Washington DC , The United States National Museum, el Instituto Biológico de Sao Paulo de Brasil, el British Museum y por supuesto The Smithsonian Institution de los Estados Unidos, entre otros más en Portugal y Bélgica
Enseñó Botánica en la Escuela de Farmacia. Tuvo a cargo el Museo Nacional de 1932 hasta 1934. Dirigió expediciones internacionales en los rincones más remotos del país. De Brasil, Francia y Suiza se sumaban como Darwin, los investigadores para que mi abuelo les ayudara a descifrar la naturaleza costarricense.
Hizo descubrimientos y los reportó al Smithsonian Institute sobre plantas, insectos y peces raros como el Microdesmus (pez lombriz), así como al Rodriguésia de Brasil.
Cabe mencionar que se atribuyen a él especies marinas, antrópodos y plantas. El Nyssodesmus valerii un gusano de 1000 pies fue revelado gracias a su trabajo, al igual que el Polylepiscus Valerii, el Nyssodesmus valerii, el Siphonophorae valerii y el Phyllodoce Nicoyense, que son unos extraños organismos marinos. El neocyclotus valerii , clathrodilia valrii-Bartash y el streptostyla valerii son dos caracoles descubiertos por él también. En crustaceos, destaca el Cyrtoplax Valeriana, entre más de una docena de plantas que yacen hoy en el Museo Nacional de Costa Rica.
De esta forma, llegó a tener una colección sorprendente de especies marinas, sobre todo de moluscos que fue donada a la Universidad Nacional. Esto ocasionó que en 1977, Monseñor Benjamín Núñez, Rector de ese centro de estudio acordara que uno de los auditorios del centro llevara su nombre y que todos sus descendientes fueran becados en carreras universitarias de la Universidad Nacional; muchos de mis familiares han aprovechado la oportunidad de formarse gracias a sus hallazgos.
Hoy, parte de esta colección se encuentra en el Acuario de Puntarenas (este dato no está claro) y otra en el Museo de Biología Marina de Heredia.
Junto con otros científicos colaboró en conformar el Herbario Nacional dando nombre científico a muchas plantas, incluidas algunas orquídeas que llevan nuestro apellido por nombre científico.
También tuvo una intensa vida política. En 1949, trabajó para el expresidente Ricardo Jiménez. Sobre todo era Ulatista, con lo cual con el triunfo de Liberación Nacional se acabó su carrera, pero inició otra al ser uno de los fundadores de Asociación Nacional de Educadores, en la cual colaboró como Secretario por muchos años.
Amante de la armas de fuego, por lo que fue cazador. Su casa fue como la del abuelo del safari. Además combatió en la guerra fronteriza de Los Coto con Panamá en 1921. Conservé su rifle por algún tiempo, pero hoy solo tengo su perforadora de hojas y estos recuerdos que he reconstruido con el tiempo: su viejo escritorio desde donde escribió un invaluable registro de correspondencia entre 1921 y 1936, su tesis de graduación como biólogo que trató sobre moluscos y el registro de los cientos de libros que devoraba al año.
El 7 de junio de 1930, el diario La Nueva República le dedicó una entrevista. “Por fin, abrigo más fe en la formación de una nueva juventud más estudiosa, más amiga de la Naturaleza, que tenga el oído más atento a sus secretos, que la ame con amor sentido.”, fue lo último que expresó ese día