Homenaje a mi “chunga”
En África del Sur hay un parque zoológico llamado Pilanesberg National Park Área.
En 1996, con ocasión de un congreso mundial de derecho médico en Sun City, me enrumbé a la aventura NatGeo, no teniendo más cámara que la “chunga”: una sencilla Kodak de royo que compré hace años en Golfito y bautizada así por un amigo español que la encontró bastante espantosa.
De pronto, todos los que iban conmigo en el safari, europeos en su mayoría, desenfundaron sus potentes lentes súper zoom para capturar las mejores imágenes de los leones, jirafas, elefantes y rinocerontes que ya se divisaban. Sentí pena por mi “chunga” pero me armé de valor y la saqué.
Realmente no tengo evidencia de este zafarí, quedaron solo montazales y algunos bocetos de los animales. Únicamente hay una foto que vale la pena, la que me tomé en la camioneta.
En cuanto al safari, la parte más emocionante del trayecto fue cuando se nos atravesaron unos grises rinocerontes. “Shhhh” dijo el guía. Son animales que no ven bien pero tienen muy desarrollado el sentido del oído, por lo que nos podían atacar si hacíamos el menor ruido.
Mi “chunga“ me acompañó en muchas aventuras y por muchos años más, incluidos los de la era digital.