Púrpura
The Color Purple (1985), una de las más geniales producciones de Steven Spielverg, basada en el premio Pulitzer de Alice Walkers (1983), no ganó un solo Oscar a pesar de sus once nominaciones.
Pero esto no es lo que importa de este cuento. The Color Purple es una maravillosa historia universal, es una historia de mujeres. Es el relato de las vidas de Celie (Whoopi Golberg), de Sofía, de Nettie y de Shug. Una novela de reivindicaciones e indulgencias.
Pero… ¿por qué color púrpura? Celie creía que el púrpura fue el color que Dios eligió para que las personas reciban el amor. Spielverg logró capturar muy bien el simbolismo del púrpura en las flores, en las plantaciones y en el vestuario.
Sin embargo, cuenta Alice Walkers que en realidad, este color nos envuelve todo el tiempo, está siempre presente en la naturaleza, solo que no lo hemos descubierto. Es cierto.
Los adultos, quienes hemos perdido ese gusto por sorprendernos y por descubrir el entorno, no advertimos el púrpura más que en la riqueza, la nobleza, el lujo y la ambición.
En cambio a los niños, sagaces exploradores de la naturaleza, les hechiza el misterio y la magia que infunde el púrpura. Es el color de los niños. Hay encuestas que indican que es el color preferido del 75% de los chicos.
Es, como por antonomasia, el color preferido de mi hija. Toda elección que ella hace es “purple”.
Ya lo sabemos: a vestirse de púrpura para mejorar nuestra sintonía con los niños y, sobre todo, para acercarnos mejor a su cosmos.
Pero si los chicos no son lo suyo, y si Celie tuviera la razón, vístase de púrpura. Puede que le llegue el amor.