Un concierto por la vida
Por siete años viví intensos momentos junto con mis amigos voluntarios todos de la Junta Directiva de la Fundación Vida, que fue la primer Organización No Gubernamental creada a finales de los 80 y que atendió personas que vivían con el VIH/sida.
Una vez, casi al final de la existencia de esta ONG, iniciamos una serie de acciones desesperadas por obtener recursos económicos pues la cooperación internacional se había trasladado para otros países como Nicaragua.
Recibimos todo tipo de ofertas por parte de los "fundraisers”, pero la que más atrajo nuestra atención fue “Un concierto por la Vida”.
Su organizador nos dijo que tenía una vasta red de contactos con artistas internacionales que podrían venir a dar un concierto para recaudar fondos para la Fundación.
Una tarde, usando el teléfono de la Fundación y en presencia nuestra llamó a varios de ellos: Luis Miguel, Gloria Stefan, Juan Luis Guerra y otros más.
Cruzaba la pierna, se reclinada en el asiento e iniciaba las conversaciones muy convincentes: “Hola Luismi”, “Hola Gloria”, “Hola Juancho”. Quedamos impactados, era cierto, el tipo los conocía en persona.
Así fue por dos o tres meses hasta que un buen día descubrimos la verdad: no hay había gestionado ningún permiso para hacer el evento, no había nada de publicidad y el tipo se evaporó dejando una factura millonaria de llamadas internacionales que, por un enorme sentido de responsabilidad y solidaridad, terminamos pagando nosotros.
Al cabo de los años, solo pienso cómo un grupo de abogados, médicos y psicólogos pudo ser tan ingenuo y, a la vez cómo es posible que ande gente por ahí que no le importa terminar de hacer leña un árbol caído.