El disco de Oro Espacial
Las sondas Voyager 1 y 2 lanzadas en 1977 contienen en su interior, por iniciativa del afamado científico norteamericano Carl Edward Sagan (1934 -1996), un disco de oro muy exclusivo.
Se trata de una selección de hora y media de duración con música proveniente de varias partes y culturas del mundo, saludos en 55 idiomas humanos, y el ensayo Sonidos de la Tierra, que es una mezcla de sonidos característicos del planeta. También contiene 115 imágenes y la ubicación en el cosmos de este insignificante planeta Tierra.
La intención es, si por alguna casualidad una de las sondas cae en manos de los extraterrestres, que activen el disco, conozcan nuestra cultura y de paso se bailen un par de tonadas, pero sobre todo que por lo menos acusen recibo.
En cuanto a la música se refiere, el disco contiene "El Cascabel" del mexicano Lorenzo Barcelata, los Conciertos de Brandeburgo, la Sinfonía N.º 5 de Ludwig van Beethoven, The Magic Flute de Wolfgang Amadeus Mozart, el cóndor pasa de Perú y entre otras … “Johnny B. Good” de “Chuck" Berry.
Si, así como lo lee. Nunca he entendido porqué esta canción del Rock and Roll entró en este “hit parade”, pero ni modo, parece ser una cuestión de la afición que nos escucha.
Me parece que una canción muy apropiada hubiera sido "Calling Occupants of Interplanetary Craft (The Recognized Anthem of World Contact Day)” de Carpenters casualmente de 1977, la cual evoca ese deseo del ser humano por el encuentro con seres espaciales, pero parece que este himno no gustó a Sagan.
Si hoy enviaran otro CD con música para los extraterrestre y me preguntaran por un par de canciones, mi selección no sería nada fácil, pero como la idea es salvar el planeta, pienso que algunas candidatas son “Earth Song” de Michael Jackson y “Take it back” de Pink Floyd.
Dicen los científicos que la sonda está enviando mensajes extraños. Otros dicen que ha sido manipulada por seres desconocidos. Los entes siderales deben estar bailando el swing de “Chuck" Berry.
Por otra parte, Stephen Hawking piensa que deberíamos hacer todo lo posible por evitar este contacto.
De todos, coincido con Sigmund Freud parafraseado por Eduardo Galeano cuando dijo que “la más clara prueba de que existe vida inteligente en otros planetas es que aún no han venido a visitarnos”.