¿ En busca de un héroe?
Desde el 15 de setiembre de 1891 se le honra con una estatua de bronce, obra del escultor francés Aristide Onésime Crois, a pesar de que fue declarado héroe oficial apenas el 11 de abril de 2011.
Ha sido objeto de obras literarias y musicales, artes plásticas y múltiples estudios e investigaciones de carácter histórico. Incluso, así se llamó un avión de madera que piloteó Tobías Bolanos en La Sabana en 1929. Cuenta la historia que las acrobacias casi terminan en tragedia.
Pero, lo que no muchos saben es que Juan Santamaría y su fotografía forman parte de un libro infantil neozelandés titulado " The Drummer Boy" publicado por Weldon Owen Publishing en el año 2005, para explicar a los niños de ese país lo que es un héroe.
Parece ser que nuestro tamborilero fue el afortunado en representar eso que tanto encanta a los niños: las historias de héroes y heroínas, que entretienen, inspiran y que sirven de modelos.
Pero, ¿a quién elegiríamos los “ticos “para explicar a nuestros chicos lo que es un héroe?.
Constantino Láscaris (1923-1979), este lúcido filósofo español que se enamoró de nuestro país, nos dedicó una de sus obras: “El Costarricense” (1975), en la cual nos retrató bastante bien.
En este libro, Láscaris asegura que no tenemos espíritu aventurero, miramos mucho hacia fuera y no somos muy proclives a las artes, por este motivo nuestros mejores exponentes han debido salir del país para encontrar espacios de expresión y reconocimiento.
Dichosamente, esta mala práctica ha estado cambiando recientemente y ahora estamos más dispuestos a reconocer lo nuestro, salvo cuando nuestros atletas pierden.
Sin embargo, como consecuencia del sano ejercicio democrático de la consulta popular, desde Garabito hasta “Pepe” Figueres, cada sector social presentaría su candidato como icono épico.
Adicionalmente, no faltarían quien dijera que el modelo de un héroe nacional para los niños no debería ser aquel que carga un rifle y una tea.
Habría que sumar los vericuetos institucionales que caracterizan a este país al momento de tomar decisiones de este tipo.
Tal vez, por estos mismos motivos, los conservadores neozelandeses prefirieron importar su modelo de héroe.
En todo caso, parece que lo más conveniente es pensar en un perfil y no en un héroe o heroína en particular.
Además, vale la pena recordar que las características de un héroe o de una heroína son el coraje, el interés por los demás, la perseverancia, la iniciativa, la creencia en si mismo y el optimismo.
Por todo esto, hay que decirlo, muchas veces los héroes y las heroínas son personas ordinarias, como usted o yo.