Cuando no se tiene empatía
En el colegio fui acertadamente apodado como Winston Churchill por mi buen amigo Marco Sanabria.
En Londres, en King Charles Street se encuentra el escondite del Primer Ministro cuando dirigió su estrategia militar durante la Segunda Guerra Mundial, los Churchill War Rooms.
Al recorrer sus pasillos, que recrean el ambiente de ese rudo momento de la vida de Churchill, solo pensé que no me hubiera gustado estar en sus zapatos.