Emboscada deportiva
La violencia y la corrupción se camuflaron bien en el fútbol desde su fundación. Ahí se han anidado por años engañando a este deporte al hacerle creer que son baladíes. Desde entonces el fútbol los viste de gala, paga sus caprichos, los lleva a pasear por el mundo y les perdona todos los arrebatos que hacen en público como hace un rico pero inútil padre con su hijo para justificar su poca educación en la mesa