Bodas de acero
Como es ya un hábito, el 21 de febrero de cada año, todos los animales del bosque se reúnen para escuchar al sabio emplumado.
-Saludos Buho, hace un año nos iluminaste con las bodas de aluminio. Cuéntanos ahora, ¿Por qué han dispuesto los seres humanos que los matrimonios que cumplen once años celebran las bodas de acero?- preguntaron esta vez todos al sabio búho.
-Como les relaté en esa oportunidad, los seres humanos son expertos alquimistas. Por largos siglos, han obtenido el acero de la fusión entre hierro y carbono. El acero es el metal de la dureza y la elasticidad - empezó diciendo el búho su lección.
Luego reveló, lo que a continuación le oyeron decir todos los animales.
Con el acero los hombres logran extraordinarias obras como espadas, herramientas, tijeras y relojes.
-¿Pero qué tiene que ver todo esto con los once años de un matrimonio? – increpó, como el pasado año, la desconfiada víbora con elevado tono.
El sabio búho serenamente le respondió:
-Sucede, mi embrollada y escurridiza amiga, que a los once años, los matrimonios ya cuentan con las espadas necesarias para afrontar un sorpresivo ataque, con herramientas para resolver las averías que sus vidas presentaren, con tijeras para recortar los más bellos momentos y con relojes para valorar el tiempo que los disfrutan.-
Como es ya un hábito, el 21 de febrero de cada año, todos los animales del bosque se reúnen para escuchar al sabio emplumado.
-Saludos Buho, hace un año nos iluminaste con las bodas de aluminio. Cuéntanos ahora, ¿Por qué han dispuesto los seres humanos que los matrimonios que cumplen once años celebran las bodas de acero?- preguntaron esta vez todos al sabio búho.
-Como les relaté en esa oportunidad, los seres humanos son expertos alquimistas. Por largos siglos, han obtenido el acero de la fusión entre hierro y carbono. El acero es el metal de la dureza y la elasticidad - empezó diciendo el búho su lección.
Luego reveló, lo que a continuación le oyeron decir todos los animales.
Con el acero los hombres logran extraordinarias obras como espadas, herramientas, tijeras y relojes.
-¿Pero qué tiene que ver todo esto con los once años de un matrimonio? – increpó, como el pasado año, la desconfiada víbora con elevado tono.
El sabio búho serenamente le respondió:
-Sucede, mi embrollada y escurridiza amiga, que a los once años, los matrimonios ya cuentan con las espadas necesarias para afrontar un sorpresivo ataque, con herramientas para resolver las averías que sus vidas presentaren, con tijeras para recortar los más bellos momentos y con relojes para valorar el tiempo que los disfrutan.-