Detectives de la salud
Como surgidos de la pantalla, Barnaby Jones y Pepper Anderson, ese canoso anciano y esa viril mujer policía -hace unos años- fueron dos temibles investigadores tras la pista del verdugo de los pasillos hospitalarios, que revelando la identidad de corruptores de funcionarios de salud y tendiendo trampas al destripador de documentos clasificados, causaron conmoción dentro de la mafia médica.
Así, por años, como infiltrados en medio de dudosas redes, Barnaby y Pepper desentrañaron importantes secretos de conspiración contra la salud pública nacional.
De pronto Pepper abandonó la carrera policial. Barnaby, triste y desolado, tuvo la firmeza de continuar con el compromiso.
Fue cuando decidió modificar su forma de maniobrar para pasarse a procedimientos más sutiles. Y aburrido de su torpe caminar- casi de caer- de sus canas y de sus arrugas, cambió su identidad y desde el anonimato fundó un equipo de audaces y bellas mujeres con las cuales se comunica solo por el intercomunicador: Los Ángeles de Charlie.