Independencia desde afuera
Por alguna extraña casualidad, me ha correspondido visitar distintos países para atestiguar cómo se siente uno el 15 de setiembre desde afuera de Costa Rica.
Una vez en 1992 me tocó en Ginebra, Suiza. Fue la más aburrida porque tuve que trabajar en feriado al acudir a una cita sobre sobre SIDA en Prisiones en la Organización Mundial de la Salud, bueno que de todas formas, esta ciudad es bien seria aun en feriado propio.
Otra vez en España en 1998, el cónsul en Madrid nos invitó a los estudiantes becados a la sede de la embajada. Había algunos españoles con nosotros y había cerveza Imperial la cual todos teníamos años de no ver ni en foto. Fue cuando nuestros invitados ibéricos supieron por primera vez de la historia que hay detrás de nuestros farol, ese que empuñó doña Dolores Bedoya en Guatemala el 14 de setiembre de 1821 para buscar ciudadanos que presionaran por la libertad de nuestros países a los diputados que se renían esa noche.
En otra ocasión, me correspondió en Ecuador en el 2007, en una reunión latinoamericana para tratar el tema de la Fertizacion In-Vitro. Ahi, una alegre y emprendedora comunidad centroamericana se reunió para celebrar juntos y promover el turismo y la inversión en todos nuestros países. Una verdadera hermandad centroamericana.
El útimo turno, en el 2010, hasta el momento, le ha correspondido a San Cristobal de la Casas, en Chiapas, México para hablar de Bioética en donde al son del "grito" de "Viva México" disfrutaba de ese rico plato tricolor llamado chile en nogada.
Magníficas e inolvidables experiencias, pero por supuesto, los mejores días para celebrar la independencia los pasa uno en su país. Por esto, que este pueblo y Dios quieran que ningún tico tenga que pasar un 15 de setiembre en el exilio, subido en una barca o un tren por un desolado desierto hacia un insolito destino o en un denigrante campo de refugiados. Asi que sepamos seguir siendo libres, amantes de la paz, la Democracia, la institucionalidad y la ley.