Bodas de aluminio
¿Por qué han dispuesto los seres humanos que los matrimonios que cumplen diez años celebran las bodas de aluminio?, preguntaron los animales del bosque al sabio búho.
-Los seres humanos son expertos alquimistas y extrajeron de la bauxita el aluminio, haciendo de él maravillosos inventos -. Empezó el búho su lección.
Luego reveló sin parar lo que a continuación le oyeron decir todos los animales.
-Gracias a las características de la aleación y la soldadura del aluminio, los hombres lograron reunir en un solo cuerpo al aluminio junto otros metales y crear enormes y sofisticados motores de elevado vuelo.-
-Por la virtud de la extrusión de que goza el aluminio, el hombre creó puertas y cientos de estructuras de precioso acabado que acogen todo tipo de cristales.
-Crearon cables para la conducción de corriente y calor y, por su versatilidad, el aluminio les permite gozar del bienestar de embazar bebidas, así como preparar y envolver alimentos.
-Finalmente el hombre, encantado con el aluminio, descubrió que es reciclable, siendo que una lata de bebida puede transformarse en una bobina de generación de electricidad para luego llegar a convertirse en el marco de una puerta. Y siempre seguir siendo aluminio.
-¿Pero qué tiene que ver todo esto con los diez años de un matrimonio? - Increpó la desconfiada víbora con elevado tono.
El sabio búho serenamente le respondió:
-Sucede, mi embrollada y escurridiza amiga, que a los diez años, los matrimonios han de haber generado la suficiente aleación para fundir las vidas de la pareja, ya sea con los hijos si los tuvieren o con sus amigos, pero sobre todo, han de haber erigido el motor que generará el vuelo venidero.-
-A los diez años, amiga, los contrayentes han de haber extruido las puertas que conducirán a los senderos por donde peregrinarán sus hijos y su mismo matrimonio.-
-A los diez años han de haber conducido la energía que requerirán para mover el tren del matrimonio y el calor que se les cobijará en épocas de heladas y tormentas invernales. –
- Al cabo de esa década ya han de haber adquirido el bienestar que genera la convivencia.-
En especial, a los diez años, mi estimada serpiente, los matrimonios deben estar preparados para transformarse y evolucionar de frente a los desafíos y las nuevas necesidades, sin perder nunca su razón de ser, su esencia y su naturaleza.
