Otros mundos dentro de nuestro mundo
Por separado, dos personas me han descrito lo mismo con gran sobresalto.
Uno me dijo una vez que al haber visitado las Islas Canarias que son siete en total, entre las que destacan la Gran Canaria, Lanzarote, Gomera, Hierro y Alegranza, tuvo la sorprendente sensación de estar de pronto en medio de un paraje marciano.
Mi otro amigo cuenta que en las Islas Galápagos, donde Darwin de joven encontró inspiración para su Evolución, emergen unos asombrosos panoramas volcánicos rojizos de esos del cine marciano.
En 1869 “Alrededor de la Luna” es la segunda parte de una fascinante secuela de relatos que escribió Julio Verne (1828-1905) sobre el anhelo humano de visitar la Luna. Con gran suceso Verne relata que la bala cañón Columbiad es disparado desde Florida con tres astronautas a bordo, como en realidad ocurrió.
Ni mi favorito, Arthur C. Clarke con su “Odisea Espacial” en 1968, pudo ser tan preciso. En el Capítulo XIII, titulado “Paisajes lunares”, el promisorio Verne describió a nuestro satélite con inusitado detalle como si antes hubiera estado allí.
Verne que fue un viajero ¿se habría inspirado en los cráteres de Manicouagan en Canadá o el de Vredefort en Sudáfrica?
Un siglo después, Neil Armstrong (1930-2012) con su gran paso para la humanidad, verificó el 20 de julio de 1969 pareciera verificar la veracidad de los relatos de Verne al mencionar al Columbiad mientras daba saltos de regocijo por la Luna.
No hay que ir tan lejos para caer en la cuenta de que hay otros mundos dentro de nuestro mundo… pero hay que ir para terminar de creer en nosotros mismos.