Recuerdos de la Católica Activa
y el San Judas Tadeo (1978-1984)
Yo con uniforme ... con
Gustavo Ortega, Mauricio Trejos,
Tony Edwards,
Johnny Alvarado y
Marco Villani
1979
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Al menos dos veces por semana, suelo transitar por el costado norte de lo que fue mi primaria y secundaria, la Escuela Católica Activa y el Colegio Bilingüe San Judas Tadeo.
Hoy se eleva ahí una torre de apartamentos y un hotel que, juntos, cambiaron por siempre aquella acera donde abordábamos los buses y donde “rayo” nos daba refugio y tabaco.
Quedaron en nuestros anuarios y en nuestros recuerdos los patios cementados, los pollitos, los juegos de bolinchas, los bolazos, el palomar, las guerras de copos, la celebración del cumpleañero en medio del patio, los vacilones con Carlitos en las clases de industriales y las famosas expresiones de doña Inés “Si, yo te vi chico, tú fuiste y tú lo paga” o “¿Dónde está el escudo de tu camisa, chico?”
Esto me hace recordar a algunos maestros que ya partieron como la Niña Alicia Leandro, Danilo Ruiz, Alberto Freer y el Padre Reynaldo Pol y recientemente don Luis Andrés.
Creo que la Niña Alicia y Danilo merecen una mención especial.
Doña Alicia, con su muralla china, su puntero en mano y el coscorrón, siempre nos enseñó que “en guerra avisada no muere soldado”, “que árbol que crece torcido nunca su tronco enderece” y que “el diablo no sabe tanto por malo sino por viejo”.
A Danilo habrá que agradecerle su empeño porque todos aprendiéramos algo más que matemática, que todos aprobáramos el examen de admisión a la Universidad de Costa Rica y por sus frases llenas de mensajes: “si no lloran por esto, lloraran un día por una mujer”, “Las cosas de hacerlas bien hechas, mejor no hacerlas” o “estudien porque no saben si un día llega el comunismo y les quitan todo a sus papás, pero sus títulos, esos no se los puede quitar nadie”.
Esta fue la mejor de todas: “Hoy, para ustedes, los buenos profesores son los vagos y, los malos son los exigentes, pero cuando estén grandes se darán cuenta que es al revés, los malos eran los vagos y los buenos los exigentes”.
Para finalizar, diré que nunca imaginé que me reencontraría con gente de la cual no supe nada por más un cuarto de siglo y sobre todo con profesores como Marva Spence, Mitzy Madrigal, Lilliana Baudrit, Roger Oconitrillo, Oscar Fernández, Leda Cruz, Margarita Lucke, y por supuesto Luis Andrés Cordero (RIP). Todo gracias a este invento que se llama Facebook.
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