Activismo
He trabajado en activismo en VIH/sida, en derechos humanos y a favor de la fertilización in vitro, cáncer, adultos mayores, entre otros campos, por muchos años, lo cual creo que me otorga la competencia moral para describir los principios que rigen el activismo y el activista:
Empatía. Al activismo y sobre todo la solidaridad lo mueven los sentimientos, no la razón. Haber estado en los zapatos del otro le permite al activista comprender el sufrimiento ajeno. Sin embargo, no haber estado en los zapatos del otro no descalifica a un activista, por el contrario, esto demuestra la profundidad, el poder de sus sentimientos y el poder de compasión hacia el otro.
Empoderamiento: el activismo debe intentar trasladar el poder hacia las personas para que ellos mismos sean capaces de tomar el rumbo de su propio bienestar. El activismo es un promotor o un gestor. Sobre todo, el activista debe tener claro que no es su lucha, si no la de demás. Como gotas de mercurio, el activista debe asegurar que en cada partícula hay un poco de él y del equipo.
Asertividad: el activismo exige de destrezas personales para que las acciones y sus resultados sean ponderados, analizados, efectivos y exitosos. El activista debe abrir puertas, no cerrarlas, el ataque, el irrespeto y la intolerancia son enemigos del activismo. El activista debe tender puentes, no derribarlos, pues no está solo, al otro lado del rio hay gente luchando por las mismas causas.
Conocimiento: es necesario formarse y actualizarse permanentemente para contar con un mínimo de conocimientos del tema que por el cual lucha.
Respeto por otras áreas de conocimiento y trabajo en equipo: El activismo debe evitar el intrusismo, es decir reconocer que hay áreas del conocimiento que no se tienen, con lo cual la estrategia es acercar a los especialistas en los distintos campos. Sobre todo debe tener claro que no tiene sentido atacar al que piensa distinto.
No al Heroísmo: el autoflagelo, la autolaceración, la huelga de hambre, y en general exponerse a riesgos innecesarios se queda para los héroes. Al activista se le quiere vivo.
Evitar actitudes mesiánicas: el activista debe tener claro que sin él la lucha puede continuar, evitando creer y hacer que “es el vaso de agua en el desierto”. Como en una carrera de relevos, debe reconocer que la batuta se la puede trasladar a otro corredor tan competente con él, con lo cual debe aprender a delegar y a confiar en los demás. La actitud mesiánica trae consigo el serio problema no solo de perder la perspectiva de las cosas, sino que refuerza el deseo de figurar, el sensacionalismo, el egocentrismo y la creencia de que la sociedad está en deuda con él luego de alcanzadas las metas.
Reconocer las limitaciones: es importante que el activista reconozca que las luchas tienen limitaciones que muchas veces no dependen del activista. El activista no está obligado a lo imposible
Salud mental y física: el activismo requiere de cuerpos y mentes en forma, debe evitarse el burn out o desgaste, de lo contrario no verá realizados los sueños.
Lento progreso y actitud frente al fracaso. Si el activismo es el campo de los derechos humanos, el activista debe tener claro que los progresos son lentos y que en ocasiones se presentan regresiones. Hay que estar preparado para sufrir y llorar cuando los propósitos fracasan; esto está bien, pero debe evitar la cacería de brujas para buscar los responsables cuando las cosas no salen como lo esperado. Sobre todo debe levantarse y continuar la batalla, lo que implica revisar la estrategia y las acciones realizadas para su cambio o para su perfeccionamiento. Las lecciones aprendidas.
Actitud positiva: el activista debe mantener siempre una actitud optimista, teniendo siempre presente la fuerza que tiene la “profecía autocumplida” si mantiene actitudes negativas y el " efecto boomerang" de sus acciones.
Ser creativo. Angeles Mastreta, Bono de U2, Peter Gabriel y muchos otros líderes de la música y el arte, la literatura y el cine son agentes de cambio que mediante la creatividad y el entretenimiento han sido capaces de lograr magníficos cambios mundiales. Todos somos creativos e ingeniosos, es cuestión de descubrirnos en nuestro propio interior