Esos quince minutos
Me cuenta un buen amigo que su abuela le dio esta importante lección de vida:
“Vea m´hijo, todos los días, todas las personas pasamos por quince minutos de estupidez: cuando te brincás un semáforo, juntás un billetera mal puesta y te pescan, o tuviste una discusión con la esposa, los hijos, o el jefe y se te fue una palabra que luego te arrepentís, o cuando te quedás dormido en la reunión o, echando para atrás le dás a un poste. Estos quince minutos m´hijo, son inevitables, por eso pídale a Dios que te agarren cuando estás dormido.”