¿De verdad es un pato?

Tiene pico de pato, tiene alas de pato, tiene patas de pato y camina como pato ¿De verdad es un pato?
En la década de los años 70 un psicólogo llamado David L. Rosenhan en los Estados Unidos reunió a varias personas entre profesionales, una ama de casa, y un pintor y les solicitó que se internarán en un hospital psiquiátrico con el falso argumento de que oian voces.
Y asi fue como estas personas fueron tratadas como enfermos mentales por cerca de 2 meses recibiendo cientos de medicamentos, hasta que Rosenhan los rescató informando a los funcionarios del hospital de su experimento. El personal de salud del centro no notó ninguna diferencia.
Tiempo después, Rosenhan informó al hospital que repetiría el experimento. Esta vez el hospital reportó como enfermos y por ende remitidos por Rosenhan a casi la tercera parte de los nuevos ingresos. Solo que esta vez Rosenhan no envió a nadie.
-Esto-, dijo, dijo Rosenhan, -es el celo por corregir lo que creemos que son los problemas del pasado para terminar creando nuevos problemas en el futuro-. Una vez que no se dieron cuenta de los enfermos, en la segunda ocasión vieron enfermos por todas partes.
Es decir, vieron donde no había nada.
Justo antes de la invasión de Irak en 2002, cuando se le preguntó y un tal Mc. Govern, experto en inteligencia militar, acerca de unas fotográficas satelitales de unos grandes vehículos que a juicio de otros transportaban armas químicas , el experto con toda seguridad respondió: “se trata de un camión de bomberos”.
Sin mencionar mucho los errores en la interpretación de mamografías, hay humos blancos que anuncian Papas y otros simplemente son fábricas de pinturas.
En la década de los años 70 un psicólogo llamado David L. Rosenhan en los Estados Unidos reunió a varias personas entre profesionales, una ama de casa, y un pintor y les solicitó que se internarán en un hospital psiquiátrico con el falso argumento de que oian voces.
Y asi fue como estas personas fueron tratadas como enfermos mentales por cerca de 2 meses recibiendo cientos de medicamentos, hasta que Rosenhan los rescató informando a los funcionarios del hospital de su experimento. El personal de salud del centro no notó ninguna diferencia.
Tiempo después, Rosenhan informó al hospital que repetiría el experimento. Esta vez el hospital reportó como enfermos y por ende remitidos por Rosenhan a casi la tercera parte de los nuevos ingresos. Solo que esta vez Rosenhan no envió a nadie.
-Esto-, dijo, dijo Rosenhan, -es el celo por corregir lo que creemos que son los problemas del pasado para terminar creando nuevos problemas en el futuro-. Una vez que no se dieron cuenta de los enfermos, en la segunda ocasión vieron enfermos por todas partes.
Es decir, vieron donde no había nada.
Justo antes de la invasión de Irak en 2002, cuando se le preguntó y un tal Mc. Govern, experto en inteligencia militar, acerca de unas fotográficas satelitales de unos grandes vehículos que a juicio de otros transportaban armas químicas , el experto con toda seguridad respondió: “se trata de un camión de bomberos”.
Sin mencionar mucho los errores en la interpretación de mamografías, hay humos blancos que anuncian Papas y otros simplemente son fábricas de pinturas.