
Secretos de familia
Ya se sabe bien lo que la vida en condominio es. Nadie te toca la puerta. Sin embargo en nuestro caso, mis vecinos suelen tocar la nuestra en repetidas ocasiones para devolvernos cuanto objeto nuestra hija deja olvidado en otras casas o en los jardines. De esta forma hemos recobrado desde muñecas, coches, patines, hasta ropa y zapatos.
Pero lo que nunca olvidaremos es al vecino de al frente tocar la puerta y decirle a mi esposa:
- Toma, aquí están los dientes de tu marido-
No, no fue que los perdí de un derechazo por la mandíbula.
Se trataba de algunos de mis dientes de niño que aun conservo en una cajita de madera, los cuales mi hija encontró y mostraba con orgullo a todos por el barrio.
Ya se sabe bien lo que la vida en condominio es. Nadie te toca la puerta. Sin embargo en nuestro caso, mis vecinos suelen tocar la nuestra en repetidas ocasiones para devolvernos cuanto objeto nuestra hija deja olvidado en otras casas o en los jardines. De esta forma hemos recobrado desde muñecas, coches, patines, hasta ropa y zapatos.
Pero lo que nunca olvidaremos es al vecino de al frente tocar la puerta y decirle a mi esposa:
- Toma, aquí están los dientes de tu marido-
No, no fue que los perdí de un derechazo por la mandíbula.
Se trataba de algunos de mis dientes de niño que aun conservo en una cajita de madera, los cuales mi hija encontró y mostraba con orgullo a todos por el barrio.