Mi abuelo paterno

Un legado nacional. Manuel
Valerio fue mi abuelo.
Se ha escrito poco de él. En realidad, él no escribió nada de él por lo que he querido recordarlo para que se conozca su obra y su legado.
Nació en Heredia en 1887 y murió en 1968 cuando yo solo tenía un año.
Fue profesor del Liceo de Costa Rica y tuvo como alumnos a ex presidentes como Luis Alberto Monge, Mario Echandi y Daniel Oduber, los cuales no obtenían - que digamos- muy buenas calificaciones según los registros que dejó mi abuelo.
Sobre todo le encantada la vida. Fue biólogo, entomólogo y botánico. Enseñó Botánica en la Escuela de Farmacia. Tuvo a cargo el Museo Nacional de 1932 hasta 1934. Dirigió expediciones internacionales en los rincones más remotos del país. De Brasil, Francia y Suiza se sumaban como Darwin, los investigadores para que mi abuelo les ayudara a descifrar la naturaleza costarricense. Hizo descubrimientos y los reportó al Smithsonian Institute sobre plantas, insectos y peces raros como el Microdesmus (pez lombriz), así como al Rodriguésia de Brasil.
Llegó a tener una colección sorprendente de especies marinas, sobre todo de moluscos que fue donada a la Universidad Nacional. Esto ocasionó que en 1977, Monseñor Benjamín Núñez, Rector de ese centro de estudio acordara que uno de los auditorios del centro llevara su nombre y que todos sus descendientes fueran becados en carreras universitarias de la Universidad Nacional; muchos de mis familiares han aprovechado la oportunidad, más yo no por elegir Derecho en la Universidad de Costa Rica.
Hoy, parte de esta colección se encuentra en el Acuario de Puntarenas (este dato no está claro) y otra en el Museo de Biología Marina de Heredia.
Junto con otros científicos colaboró en conformar el Herbario Nacional dando nombre científico a muchas plantas, incluidas algunas orquídeas que llevan nuestro apellido por nombre científico.
También tuvo una intensa vida política. En 1949, trabajó para el expresidente Ricardo Jiménez. Sobre todo era Ulatista, con lo cual con el triunfo de Liberación Nacional se acabó su carrera, pero inició otra al ser uno de los fundadores de Asociación Nacional de Educadores, en la cual colaboró como Secretario por muchos años.
Amante de la armas de fuego, por lo que fue cazador. Recuerdo su casa como la del abuelo del safari. Además combatió en la guerra fronteriza de Los Coto con Panamá en 1921.
Conservé su rifle por algún tiempo, pero hoy solo tengo su perforadora de hojas y estos recuerdos que tuve que armar con dificultad.
Por este motivo, lo invito a escribir sobre usted, para que con los años sus familiares solo tomen asiento y se regocijen al ojear las páginas de su vida.
Se ha escrito poco de él. En realidad, él no escribió nada de él por lo que he querido recordarlo para que se conozca su obra y su legado.
Nació en Heredia en 1887 y murió en 1968 cuando yo solo tenía un año.
Fue profesor del Liceo de Costa Rica y tuvo como alumnos a ex presidentes como Luis Alberto Monge, Mario Echandi y Daniel Oduber, los cuales no obtenían - que digamos- muy buenas calificaciones según los registros que dejó mi abuelo.
Sobre todo le encantada la vida. Fue biólogo, entomólogo y botánico. Enseñó Botánica en la Escuela de Farmacia. Tuvo a cargo el Museo Nacional de 1932 hasta 1934. Dirigió expediciones internacionales en los rincones más remotos del país. De Brasil, Francia y Suiza se sumaban como Darwin, los investigadores para que mi abuelo les ayudara a descifrar la naturaleza costarricense. Hizo descubrimientos y los reportó al Smithsonian Institute sobre plantas, insectos y peces raros como el Microdesmus (pez lombriz), así como al Rodriguésia de Brasil.
Llegó a tener una colección sorprendente de especies marinas, sobre todo de moluscos que fue donada a la Universidad Nacional. Esto ocasionó que en 1977, Monseñor Benjamín Núñez, Rector de ese centro de estudio acordara que uno de los auditorios del centro llevara su nombre y que todos sus descendientes fueran becados en carreras universitarias de la Universidad Nacional; muchos de mis familiares han aprovechado la oportunidad, más yo no por elegir Derecho en la Universidad de Costa Rica.
Hoy, parte de esta colección se encuentra en el Acuario de Puntarenas (este dato no está claro) y otra en el Museo de Biología Marina de Heredia.
Junto con otros científicos colaboró en conformar el Herbario Nacional dando nombre científico a muchas plantas, incluidas algunas orquídeas que llevan nuestro apellido por nombre científico.
También tuvo una intensa vida política. En 1949, trabajó para el expresidente Ricardo Jiménez. Sobre todo era Ulatista, con lo cual con el triunfo de Liberación Nacional se acabó su carrera, pero inició otra al ser uno de los fundadores de Asociación Nacional de Educadores, en la cual colaboró como Secretario por muchos años.
Amante de la armas de fuego, por lo que fue cazador. Recuerdo su casa como la del abuelo del safari. Además combatió en la guerra fronteriza de Los Coto con Panamá en 1921.
Conservé su rifle por algún tiempo, pero hoy solo tengo su perforadora de hojas y estos recuerdos que tuve que armar con dificultad.
Por este motivo, lo invito a escribir sobre usted, para que con los años sus familiares solo tomen asiento y se regocijen al ojear las páginas de su vida.